ERA MIÉRCOLES

Era un miércoles cualquiera para la mayoría de la gente, era un miércoles especial para aquellos de dócil corazón.

La gente corría porque la lluvia había llegado. Se dañaban sus peinados, se corría su maquillaje, se estropeaban sus zapatos, se atrasaban a su cita…qué desgracia tan grande, llover de esa manera!

Aquellos en cambio, decidieron detenerse. Al fin y al cabo los peinados, el maquillaje, los zapatos y hasta la cita podían esperar o ser recuperados, pero ese momento jamás.

La gente miraba a aquellos y decía ¿será posible tanta estupidez? .

Aquellos en cambio se preguntaban:
¿Una flor caída volviendo a la rama?
¿Una oruga jugando con la lluvia?
¿Una mariposa acurrucada por el frío?...
¿Eso es posible?.... ¡Sí! dijo AQUEL, ¿Acaso no lo están mirando?

…

Y es que la lluvia, ese manto del cielo que a unos mueve y a otros paraliza, hizo de aquel miércoles un día para no olvidar…